Reseña: El Cascanueces y los Cuatro Reinos (2018)
Ha llegado el momento de abrir la temporada de películas navideñas de este año, y comenzamos con la película de Disney El Cascanueces y los Cuatro Reinos.
Título traducido: El Cascanueces y los Cuatro Reinos
Género: Fantasía, familiar, aventura
Dirección: Lasse Hallström, Joe Johnson
Guion: Ashleigh Powell
Reparto: Mackenzie Foy, Keira Knightley, Jayden Fowora-Knight, Helen Mirren, Morgan Freeman, Ellie Bamber, Tom Sweet…
Sinopsis: En busca de la clave de su invaluable regalo, una joven se encuentra en un mundo mágico dividido en cuatro reinos donde conocerá al Cascanueces, con cuya ayuda deberá unificar nuevamente los reinos.
Después de que en los últimos tres años hayamos visto principalmente películas de Star Wars durante las festividades navideñas, ha llegado el momento de que Disney lance una nueva película navideña de acción real desde su fábrica de cuentos. Aunque aún nos queda una semana antes de que comience la fiebre navideña, ya podemos disfrutar de la magia de las festividades a través de esta película que un grupo de espectadores adorará, mientras que otro grupo la detestará.
Aunque desde lejos se puede ver que los espectadores más jóvenes son el público objetivo de esta película, es bien sabido que Disney ha creado a lo largo de los años películas que, aunque aparentemente dirigidas a un público más joven, han conquistado fácilmente los corazones de los adultos. Sin embargo, en el caso del Cascanueces, la situación es un poco diferente, ya que, aunque los espectadores más jóvenes sin duda disfrutarán de esta película, los adultos podrían encontrarle numerosas objeciones.
Para que quede claro, aparte del Cascanueces y los nombres de algunos personajes, esta película no tiene casi ninguna conexión con la historia «El Cascanueces y el Rey de los Ratones» escrita en 1816 por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, ni con el legendario ballet que fue concebido en 1892 por Marius Petipa y Lev Ivanov basado en la composición musical de Piotr Ilich Chaikovski. De hecho, Disney ha utilizado su trabajo solo como base para crear un cuento moderno que resuene con el público actual. Es conocido que Disney ha aplicado este enfoque antes (de «Hamlet» nació «El Rey León», mientras que de «La lámpara mágica de Aladino» del libro «Las mil y una noches» nació «Aladino» que conocemos hoy). Pero mientras que este enfoque tuvo éxito en esos dos ejemplos mencionados, en el caso del Cascanueces no lo fue, lo cual es una pena, ya que el cuento del Cascanueces es definitivamente el tipo de cuento del que Disney podría haber hecho otro clásico atemporal, solo si no hubiera exagerado tanto con su enfoque modernista.
Pero, empecemos diciendo lo que se puede alabar de esta película. Justo lo que se esperaba, la música y el diseño visual. La música del legendario ballet está bien integrada a pesar de todos los cambios en la historia, el diseño de vestuario es impecable, así como el diseño de los sets y los paisajes que están computacionalmente pegados en la pantalla CGI. La atmósfera navideña se siente de manera contundente, especialmente al principio de la película. Esas breves pero dulces escenas que muestran las calles del viejo Londres son excelentes, al igual que la escena donde se baila ballet (sí, también hay eso, pero como dije, no hay conexión con la historia original).
Ahora hablemos un poco de las negatividades. Primero que nada, aunque está claro que esta es una historia centrada en personajes jóvenes, no me gustó que los veteranos de la actuación (Morgan Freeman y Helen Mirren) fueran representados en papeles muy secundarios. La excepción es Keira Knightley en el papel de la Hada de Azúcar, su actuación la destacaría porque al principio me pareció muy encantadora con su vocecita aguda. Dejó la impresión de ser un hada simpática, aunque algo torpe, pero su personaje al final me decepcionó, y el cambio en la historia es en gran medida el culpable de eso.
Ahora, hablemos del personaje principal. Clara (Mackenzie Foy, me pareció como una versión más joven de Anne Hathaway) tiene en general todas las características que tienen las princesas de Disney que conocemos y amamos. Inteligencia, valentía, determinación y, en gran medida, terquedad. Disney ha puesto un mayor énfasis en su inteligencia que en su belleza, aunque tampoco le falta belleza. Esta versión moderna de Clara se presenta como una especie de versión victoriana de Shuri de Black Panther, o quizás es solo un truco para atraer a los jóvenes espectadores hacia el interés por la física, quién sabe. Por lo demás, la actuación de Mackenzie como Clara no es nada especial.
¿Qué es lo que hoy en día es importante en cualquier película? Ah, sí, el humor. Honestamente, el humor es muy tibio, como agua tibia que se enfriará en cualquier momento. Hubo algunas situaciones simpáticas que hicieron reír a los niños en el cine, pero el resto del público, al igual que yo, se mantuvo frío ante eso.
El guion es, ufff, no sé qué decirte. Los diálogos en sí no son nada del otro mundo. La historia podría haber tenido más sentido si hubieran intentado venderla como algo nuevo; es cierto que hay un montón de similitudes con otras películas de temática similar, pero ¿quién en Hollywood no roba hoy en día? Pero decir que vas a hacer una película basada en el Cascanueces con tantos cambios y errores innecesarios, eso es un pecado. En cuanto a esas similitudes mencionadas, el paso de Clara al mundo mágico es más o menos el mismo que en, adivinaron, Las Crónicas de Narnia, y hasta noté una referencia a Harry Potter. Ese mundo mágico, aunque visualmente impresionante, me pareció demasiado copiado del Mundo Encantado de la serie Once Upon a Time. Asimismo, el enfrentamiento final con el villano y el final podrían haber sido un poco más dinámicos e inesperados, pero tampoco voy a exagerar, no es la Batalla por la Tierra Media.
Y ahora, ¿qué puedo decirte al final sin mentirte? A pesar de los problemas que esta película indudablemente tiene, creo que no es tan mala, los críticos profesionales están divididos sobre esta película, aunque hay muchos más que la han criticado, pero creo que esta película sería una buena opción para pasar una noche navideña en familia. Que la abuela hornee galletas, relájense y disfruten. Si han podido ver Solo en Casa cada año durante 25 años, pueden ver esto un año, y si después de la primera visualización tendrán ganas de volver a verlo, eso depende exclusivamente de ustedes. Al final de cuentas, cada año durante la temporada navideña el Cascanueces se presenta en cada teatro, así que a quien no le guste la película, que se quite el sabor con un ballet, si es que todavía hay gente que sigue ese tipo de arte. En cualquier caso, el Cascanueces siempre estará ahí como parte de la tradición navideña y del espíritu navideño. 🙂